Hoy vamos a hablar sobre un artista surrealista en el que
estuve trabajando este último año. Su nombre es Eugenio Fernández Granell,
nacido en A Coruña, pero considerado santiagués debido a que pasó toda su
infancia en Santiago de Compostela. Sin embargo, este artista es poco conocido
incluso en su ciudad y sigue sin tener el reconocimiento que se merece. Considero
que su gran trayectoria artística, su teoría y su filosofía de vida son dignas
de estudiar junto a otros grandes surrealistas españoles como Salvador Dalí o
Joan Miró. Por ello, en esta etapa en
Impresionarte encontraremos varias entradas dedicadas a Eugenio Granell.
Hoy me limitaré a introducirlo para
posteriormente escribir otras cosas sobre él más específicas. Mi estudio ha
sido centrado en la escultura de este artista, aunque es más conocido por su
pintura. También practicó literatura y cine surrealista, a parte de tener una
gran afición por la música. Así pues,
estamos ante un artista polifacético que quiso llevar el surrealismo a su
máxima expresión en todos los aspectos de su vida. Para él el surrealismo era
un modo de vivir, una manera de sentir. Su pensamiento estuvo altamente
influenciado por André Breton, ya que se encontraron en Santo Domingo en 1941 cuando
ambos escapaban de la situación que se estaba viviendo en Europa con la II
Guerra Mundial.
A partir de este
momento Eugenio Granell empezó a adentrarse plenamente en el mundo surrealista:
“El surrealismo cambió mi rumbo por completo y traté de hacer cosas más personales,
dejé libre mi imaginación hasta donde resultaba posible. El surrealismo es una actitud
ante la vida, eso es fundamental para ser surrealista. La gente cree que el
surrealista es quien pinta de manera rara o quien escribe poesía de una manera
rara, etc. No, primero es una condición moral y después viene lo otro. Hubo
médicos que fueron surrealistas, hubo antropólogos surrealistas, ingenieros
surrealistas y violinistas que fueron surrealistas y el violín se toca siempre
de la misma manera. No se nota cuando se toca de un modo surrealista o no surrealista.”De
modo que, primero es una condición del individuo, y la condición del individuo está
determinada por la exaltación de los privilegios máximos del ser humano, que
son los privilegios de carácter espiritual, que se pueden concretar en estas
tres cosas: la poesía, la libertad y la imaginación. Esto es en lo que consiste
ser surrealista. Y luchar como le dice Don Quijote a Sancho: “debes saber
Sancho que por la libertad debe darse hasta la vida”.Y mucha gente como yo la
dimos. A mi no me mataron, por fortuna, pero pudieron matarme como mataron a
muchos amigos míos.”
En los años posteriores, Granell fue
cambiando de residencia, y después de su estancia en Santo Domingo, pasó por
Guatemala y Puerto Rico hasta llegar a Nueva York en 1957, donde conocerá a
Marcel Duchamp. Su amistad con el que se considera el iniciador del movimiento
dadaísta fue fundamental para el desarrollo de su obra, especialmente de la
escultura, pues en este momento Eugenio Granell empezará a interesarse
especialmente por los ready mades, es
decir, figuras realizadas a partir de
objetos “ ya hechos”, industriales.
A continuación os dejo con algunas de sus obras pictóricas en donde se pueden observar unos colores fuertes y vivos derivados de su estancia en América Latina. Su figuras, por lo general, realizan acciones que comprendemos gracias al título.
Paolo Ucello suelta una paloma, 1974
Les soirées somptueuses sont tueuses, 1984
Recreación del taller de Eugenio Granell
Elena, te estamos esperando. Ya vimos la pintura Eugenio Granell. A mí me gusta, pero nos es un pintor que me agarre fuerte. El surrealismo es algo muy sutil, más cerca de la improvisación que del manejo excepcional de la técnica. Y digo esto pese a la maravilla de Dalí y de Yves Tanguy, también amigo de Bretón, y autor de esas imágenes brillantes y desvalidas que emergen del abismo de los sueños.
ResponderEliminar¡Feliz 2014!
Un abrazo,
Cecilio
Elena, ¿te pasó algo?
ResponderEliminarCecilio