viernes, 13 de septiembre de 2013

Conocer a Eugenio Granell...



Hoy vamos a hablar sobre un artista surrealista en el que estuve trabajando este último año. Su nombre es Eugenio Fernández Granell, nacido en A Coruña, pero considerado santiagués debido a que pasó toda su infancia en Santiago de Compostela. Sin embargo, este artista es poco conocido incluso en su ciudad y sigue sin tener el reconocimiento que se merece. Considero que su gran trayectoria artística, su teoría y su filosofía de vida son dignas de estudiar junto a otros grandes surrealistas españoles como Salvador Dalí o Joan Miró.  Por ello, en esta etapa en Impresionarte encontraremos varias entradas dedicadas a Eugenio Granell.
Hoy me limitaré a introducirlo para posteriormente escribir otras cosas sobre él más específicas. Mi estudio ha sido centrado en la escultura de este artista, aunque es más conocido por su pintura. También practicó literatura y cine surrealista, a parte de tener una gran afición por la música.  Así pues, estamos ante un artista polifacético que quiso llevar el surrealismo a su máxima expresión en todos los aspectos de su vida. Para él el surrealismo era un modo de vivir, una manera de sentir. Su pensamiento estuvo altamente influenciado por André Breton, ya que se encontraron en Santo Domingo en 1941 cuando ambos escapaban de la situación que se estaba viviendo en Europa con la II Guerra Mundial.





A partir de este momento Eugenio Granell empezó a adentrarse plenamente en el mundo surrealista: 

“El surrealismo cambió mi rumbo por completo y traté de hacer cosas más personales, dejé libre mi imaginación hasta donde resultaba posible. El surrealismo es una actitud ante la vida, eso es fundamental para ser surrealista. La gente cree que el surrealista es quien pinta de manera rara o quien escribe poesía de una manera rara, etc. No, primero es una condición moral y después viene lo otro. Hubo médicos que fueron surrealistas, hubo antropólogos surrealistas, ingenieros surrealistas y violinistas que fueron surrealistas y el violín se toca siempre de la misma manera. No se nota cuando se toca de un modo surrealista o no surrealista.”De modo que, primero es una condición del individuo, y la condición del individuo está determinada por la exaltación de los privilegios máximos del ser humano, que son los privilegios de carácter espiritual, que se pueden concretar en estas tres cosas: la poesía, la libertad y la imaginación. Esto es en lo que consiste ser surrealista. Y luchar como le dice Don Quijote a Sancho: “debes saber Sancho que por la libertad debe darse hasta la vida”.Y mucha gente como yo la dimos. A mi no me mataron, por fortuna, pero pudieron matarme como mataron a muchos amigos míos.”

En los años posteriores, Granell fue cambiando de residencia, y después de su estancia en Santo Domingo, pasó por Guatemala y Puerto Rico hasta llegar a Nueva York en 1957, donde conocerá a Marcel Duchamp. Su amistad con el que se considera el iniciador del movimiento dadaísta fue fundamental para el desarrollo de su obra, especialmente de la escultura, pues en este momento Eugenio Granell empezará a interesarse especialmente por los ready mades, es decir,  figuras realizadas a partir de objetos “ ya hechos”, industriales.


Así pues, en la próxima entrada hablaremos sobre los diferentes tipos de escultura que encontramos en la obra de Eugenio Granell: la que se remite a contenidos etnográficos (algo muy propio del universo surrealista) y la que está considerada como ready made, en donde Granell juega con la forma de ciertos objetos industriales para otorgarles otro significado. 

A continuación os dejo con algunas de sus obras pictóricas en donde se pueden observar unos colores fuertes y vivos derivados de su estancia en América Latina. Su figuras, por lo general, realizan acciones que comprendemos gracias al título. 


Paolo Ucello suelta una paloma, 1974



 Les soirées somptueuses sont tueuses, 1984




 El balcón de las hijas del sol, 1978.




 Los filósofos interpretan el lenguaje del búho, 1986.





Recreación del taller de Eugenio Granell 



2 comentarios:

  1. Elena, te estamos esperando. Ya vimos la pintura Eugenio Granell. A mí me gusta, pero nos es un pintor que me agarre fuerte. El surrealismo es algo muy sutil, más cerca de la improvisación que del manejo excepcional de la técnica. Y digo esto pese a la maravilla de Dalí y de Yves Tanguy, también amigo de Bretón, y autor de esas imágenes brillantes y desvalidas que emergen del abismo de los sueños.
    ¡Feliz 2014!
    Un abrazo,
    Cecilio

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  2. Elena, ¿te pasó algo?
    Cecilio

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Arte

Detrás de las obras de arte se encuentran pensamientos, sentimientos, historias...

Es importante ver el arte desde otra perspectiva, analizar en la intención del artista más allá de la técnica... donde se esconden valores, culturas o su propia vida personal.

Impresionarte... espero que os guste.